A continuación otros nombres utilizados para describir al Ser
Supremo en la Religión Yoruba.
Supremo en la Religión Yoruba.
Eledá:
Esta palabra significa el Creador, su nombre indica que el Ser
Supremo es el responsable de toda la creación, así como de la
propia existencia y la fuente de todas las cosas.
Alaayé:
Es la potencia vital. El siempre vivo ser supremo como es
concebido por los Yoruba es siempre vivo o eterno. Nunca
murió. Por esto el pueblo dice: " A kì ígbó ikú." (Nunca oímos de
la muerte de Olodumare).
Elemií:
El dueño de la vida. Indica que todas las cosas vivas le deben su
respiración a él. Cuando el Elemií toma la respiración de un ser
vivo, este ser muere. De aquí que mirando el futuro los Yoruba
adicionen un planteamiento. "Bí Ëlémìí kò ba. gbá á, emi yóò še
èyí tàbí èyìinì." (Si el vencedor de mi vida no la toma, puedo
hacer esto o aquello).
Olojo Oni:El que gana o controla el día.
El dueño de la vida. Indica que todas las cosas vivas le deben su
respiración a él. Cuando el Elemií toma la respiración de un ser
vivo, este ser muere. De aquí que mirando el futuro los Yoruba
adicionen un planteamiento. "Bí Ëlémìí kò ba. gbá á, emi yóò še
èyí tàbí èyìinì." (Si el vencedor de mi vida no la toma, puedo
hacer esto o aquello).
Olojo Oni:El que gana o controla el día.
OLORUN
Olorun es la segunda manifestación de Olodumare del Yoruba
Òlórúnm, Dueño del Orún (cielo). Olorun es el que está en
contacto directo con los hombres.
A través del sol, se le ofrenda a Olorun en el ñangareo, dando
cuenta de que en la tierra se va a hacer un itá o cuando nace un
Iyawó. Es el dueño de la vida, dando energía, sustento en la
vida terrestre, dueño de los colores, la luz, el aire, el vigor y del
esfuerzo.
Está siempre de día o de noche aunque no lo veamos y se le
saluda parándose frente al sol con los brazos en alto extendidos
y la palmas abiertas. No se recibe, ni se asienta.
Olorun es la segunda manifestación de Olodumare del Yoruba
Òlórúnm, Dueño del Orún (cielo). Olorun es el que está en
contacto directo con los hombres.
A través del sol, se le ofrenda a Olorun en el ñangareo, dando
cuenta de que en la tierra se va a hacer un itá o cuando nace un
Iyawó. Es el dueño de la vida, dando energía, sustento en la
vida terrestre, dueño de los colores, la luz, el aire, el vigor y del
esfuerzo.
Está siempre de día o de noche aunque no lo veamos y se le
saluda parándose frente al sol con los brazos en alto extendidos
y la palmas abiertas. No se recibe, ni se asienta.
OLOFIN
Olofin u Olofi es la tercera manifestación de Olodumare , del
Yoruba Òlófín (dueño del palacio). Su palacio es el cielo y su
corte real, los Orishas, Olofin es el que está en contacto
indirecto con los hombres a través de los Orishas, es él quien
los dirige y supervisa sus labores. Nada se puede conseguir sin
su mediación, vive retirado y pocas veces baja al mundo como
energía.
Olofin u Olofi es la tercera manifestación de Olodumare , del
Yoruba Òlófín (dueño del palacio). Su palacio es el cielo y su
corte real, los Orishas, Olofin es el que está en contacto
indirecto con los hombres a través de los Orishas, es él quien
los dirige y supervisa sus labores. Nada se puede conseguir sin
su mediación, vive retirado y pocas veces baja al mundo como
energía.
Olofin es el que repartió el ashé a cada Orisha (su relación con
las energías de la naturaleza) y tiene los secretos de la
creación. Olofin le permitió bajar a la tierra a Orunla
(Orunmila) como profeta, puede utilizar a todos los Orishas,
pero para prevenir la muerte usa a Osun. Se recibe en Ifá. El
que tenga asentado su fundamento no podrá hacer nada sin
antes atenderlo. Su ashé y contacto directo con los hombres
está reservado a muy pocos sacerdotes.
Patakies de Olofin:
Cuando el mundo solo estaba habitado por los Orishas y los
hombres creados por Obbatalá, estos viajaban del Cielo a la
Tierra sin ningún obstáculo. Un día una pareja subió al palacio
de Olofin a pedirle el ashé de la procreación, después de mucho
pensar el hacedor asintió pero con la condición de que el niño
no traspasara los límites de Layé, la Tierra. El matrimonio
estuvo de acuerdo.
Meses después nació el niño, el que fue creciendo bajo la
vigilancia de los padres que toleraban todas sus malacrianzas.
Un día a escondidas caminó a campo traviesa y llegó al espacio
de Orun, el Cielo. Allí se burló de los Orishas, hizo todo tipo de
travesuras, y le faltó el respeto a quienes lo regañaban.
Olofin que observaba lo que sucedía, tomó su bastón y lo lanzó
con tanta fuerza que Orun quedó separado de Layé por la
atmósfera que se extendió entre los dos. Desde ese día, los
hombres perdieron la posibilidad de subir al palacio del
Creador.
Cuando el mundo solo estaba habitado por los Orishas y los
hombres creados por Obbatalá, estos viajaban del Cielo a la
Tierra sin ningún obstáculo. Un día una pareja subió al palacio
de Olofin a pedirle el ashé de la procreación, después de mucho
pensar el hacedor asintió pero con la condición de que el niño
no traspasara los límites de Layé, la Tierra. El matrimonio
estuvo de acuerdo.
Meses después nació el niño, el que fue creciendo bajo la
vigilancia de los padres que toleraban todas sus malacrianzas.
Un día a escondidas caminó a campo traviesa y llegó al espacio
de Orun, el Cielo. Allí se burló de los Orishas, hizo todo tipo de
travesuras, y le faltó el respeto a quienes lo regañaban.
Olofin que observaba lo que sucedía, tomó su bastón y lo lanzó
con tanta fuerza que Orun quedó separado de Layé por la
atmósfera que se extendió entre los dos. Desde ese día, los
hombres perdieron la posibilidad de subir al palacio del
Creador.
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